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Cambiar de marcha en el momento adecuado es clave para cuidar el motor, ahorrar combustible y conducir de forma fluida.
Cambiar de marchas de forma correcta no solo mejora el rendimiento del vehículo, sino que también reduce el consumo de combustible y aumenta la seguridad al volante.
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), una conducción eficiente comienza con un dominio adecuado entre embrague, acelerador y caja de cambios.
El cambio de marchas implica coordinación, suavidad y anticipación. La DGT establece los siguientes pasos básicos :
Este procedimiento debe realizarse con calma y sin brusquedades, manteniendo la atención en el entorno.
El control del “juego de pies” entre acelerador y embrague es clave para evitar tirones o pérdida de tracción.
La conducción eficiente depende del momento exacto del cambio. La DGT recomienda :
Además, conviene anticipar el terreno. En pendientes o curvas, es preferible reducir a una marcha más corta antes de entrar en la zona de esfuerzo para mejorar la tracción y el control del vehículo.
La DGT también subraya la importancia de mantener una velocidad constante, evitar acelerones innecesarios y aprovechar la inercia del coche. Estas prácticas reducen las emisiones y prolongan la vida útil del motor.
“La mayoría de conductores no se dan cuenta de que el secreto para cuidar el motor está en los pequeños hábitos. Cambiar a tiempo y con suavidad puede alargar la vida del coche varios años, reducir el consumo y mejorar la seguridad en carretera”, comenta Cristina Pérez, especialista en automoción y analista técnica de REVEL.
Cambiar de marchas correctamente no es solo cuestión de técnica: es una forma de conducir con responsabilidad, eficiencia y seguridad.
Aplicar los consejos de la DGT y seguir las buenas prácticas de conducción te permitirá circular con más confianza y proteger tanto tu vehículo como el medio ambiente.
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